El ratón de la nana

Hoy quise escribir una carta, una carta a un pasado que no comprendo. La muerte sin sentido es indigna y aún más, el robo de identidad.

Muy en mi interior surge el ruego:

Abuela… Abuelita!  No llorés...mantené tu fuerza.

Sí , esa fuerza que me hace escuchar tu melodía a lo lejos. La textura de tu voz, quizá un poco ya más cansada, pero dulce como siempre. Guardo cada beso que me diste al nacer, conozco tus labios, tus manos suaves que solo daban caricias de calma. Mirame, reconoceme…nos pertenecemos.

Sigo reclamando identidad. Sigo reclamando mi nombre. Soy Clara, no otra.  Por eso sé que las muñecas que compraste año tras año con mi ausencia obligada, son mías. Tengo  38, pero sin duda alguna abriré cada papel de regalo con suma alegría. Tengo 38 y no puedo creer que los haya pasado lejos de vos, que tanto me amás. Los demonios pueden destruir vidas y muchas nubes pueden enlutar un cielo entero.

Destruyeron nuestra casa, muchas cosas más, pero no a nosotras. ¡Yo estoy viva!  Y mucho más viva en vos. Admiro tu lucha, tu tesón y tu fuerza…sé de dónde mis viejos la sacaron.

Antes de despedirme quiero que sepas que tu carta llego a mi, sabés de cual hablo…vino en sueños… “Clara Anahí, mi chiquita, hoy 12 de agosto es tu cumpleaños. Cumples cinco años, mi vida, y yo sólo puedo imaginarte”-   

Imaginame, imaginame tal cual soy. No te equivocás.

 No cambie la sonrisa. La misma de forma picara como en mis tres meses.  Los mismos ojos, solo que cargados de un poquito de soledad, de no saberte en mi vida y no saber el porqué. De que me devuelvan lo que soy.

Chichita no te saques el pañuelo…cerrá los ojos, pedí un deseo…si sentís mi abrazo estoy ahí.

"Hay lazos secretos que nos nombran y en ausencia sé quién soy, nunca dejes de buscarme

Soy tu nieta, soy tu sangre, soy tu grito…No me olvides"

Te ama,

Clara Anahí.

Chicha te admiro, Clara va a aparecer....
Sabé que hay gente como yo que queremos verdad y justicia...caminamos a tu lado.

Sigamos luchando, un presente que omite no tiene miras de futuro.

Momentos

Lo miró y le dijo hundite en mi. Y el comenzó a remolinearse. Era hermoso verlo sonreír con cada curva, en cada caída serpenteante. Él le sonreía y me mostraba sus hermosas ventanas marrones abiertas de par en par ; acto seguido ella pudo hundirse en un sueño por ellas, mientras él viajaba por cada recoveco.  

El peso sobre su cuerpo, la respiración serena  acompañada de la resonancia de tamborilleo de su corazón. Él se iba adentrando cada vez más y ella sentía como el  exploraba con su cara aquella madeja color chocolate. Anudada, desordenada, pero eso no importaba, importaba su mirada y cada caricia, cada sonrisa. Cerraba los ojos y se le metía más; el reía como en un juego del parque de diversiones en el que se subían cada verano.  La risa era como un tintinear de cascabeles y ella... le saco la lengua achinando los ojos.

Dejaron

Dejaron valijas de hierro oxidadas en la puerta.

Dejaron un ataúd de sentimientos.

Dejaron dulzura en un montón de objetos ahora sin uso.

Dejaron un disco quebrado con sus mejores canciones.

Dejaron…

Si un cielo, un campo, una noche de amores.

O quizás fueron en búsqueda de todo aquello que no supieron

Darse por no tener valor.

Volver...

Explosión de rojo. Bum Bum Bum mi corazón se agita. Tartamudeo como nunca, y la que actúa no soy yo, quien es esa persona que no conozco, que hace hasta lo impensado?.  Pero aun, cómo actuar en una situación así? Te estás yendo, estas luchando por no dormirte para siempre.  El aire se escapa por tus pulmones para no ingresar ya más. Luchabas.

 Explosión de rojo. BUM Bum bu b… y el corazón ese tuyo ya no se agita.

 El silencio retumba a gritos en toda la habitación, el silencio suena a corazones que no quieren separarse y reniegan. A tu esencia en el ultimo aire que habito tu pecho.

Y ahí estoy yo; parada en el marco de la puerta viéndote dormir. Viéndote dormir, volando, dándome la sopa, abrazándome cuando estaba triste, mirándome alejarme en la bici: Tus ojos verdes me miran fijo. Ahora, ahora ahí están cerrados pero yo los veo y te veo alejarte en bici, aunque siempre tuviste miedo de subirte a una. Ahí vas, te vas sin miedo.

 Esta noche huele a lluvia y la espero con brazos abiertos, ojos cerrados y cabeza mirando al cielo…sabe a dulce. Sabe a paz. Bailamos, estás ahí porque decidiste hoy jugar un rato conmigo, decidiste contarme los cuentos inventados de cada noche, decidiste venir a retarme y darme consejos en susurros, decidiste regalarme eso con lo que me encaprichaba a último momento. Aunque hoy me dijiste al oído: No….y sonó lejano, se fue desvaneciendo…. sin luchar contra eso, decidí tenerte, decidí disfrutar la lluvia.

Y allí estabas vos.

Deseo

Deseo.

Es color rojo, es la desesperación, la ansiedad. La inconstancia y la incertidumbre.

Quiero abrazarme a vos, meterme dentro de tu pecho. Despedazarte.

Que todo sea una sola piel, no hay final ni comienzo en ambos.

Sentir tu respiración tu aliento mezclándose con el mío, tu fuerza, tu cuerpo.

El deseo de que me hagas sentir la mujer que me hacés sentir

Te quiero para mí, robarte al tiempo, a las circunstancias.

Radiohead y tu cama como aquella vez, mientras el silencio nos habita. Mientras la oscuridad se hace amiga del tacto y nos reconocemos como hombre y mujer en ella.

Solo veo el parpadeo de tus ojos, tus pupilas fijas en mí en medio de la penumbra.

Como explicar el beso robado al mirarte fijo mientras cantás. Tiempo muerto de sonrisas y miradas. Como explicar ir abrazados por la calle hablando de dibujos animados. Como tantas cosas…

Odio al tiempo…te deseo.